Por Miguel J. Roldán / Coach Presidente de TISOC

El manejo del estrés (el llamado “estrés management”) juega un papel importante en la eficiencia con que somos capaces de combatir el estrés y otras ansiedades que experimentamos en nuestra vida cotidiana. Todos tenemos cosas que nos causan estrés (estresores), ya sean facturas que se acumulan, un plazo de entrega próximo en el trabajo o los problemas en casa, y todos nos preocupamos por las tensiones de manera diferente. Los niveles de estrés que no están gestionados de forma saludable son capaces de causar estragos en nuestras mentes, cuerpos, emociones y conductas. La palabra clave es saludable, especialmente  son conocidas algunas tácticas poco saludables para combatir el estrés, como fumar, beber y abusar de las pastillas y las drogas por nombrar unas pocas.

Es imperativo que todos nosotros aprendamos y practiquemos técnicas efectivas de gestión del estrés para no sentirnos abrumados por la ansiedad y consumidos por la preocupación.

El estrés es un fenómeno curioso, porque esta disfunción se manifiesta en dos formas aparentemente antagónicas:

  • 1. Por un lado, se produce estrés, cuando estamos en situación de hiperactividad continua, con desorden, cambiando de un tema a otro, desenfocando de una cosa para enfocarse en otra y así sucesivamente, sin objetivos claros. Este estrés provoca ansiedad.
  • 2. Por otro lado, se produce estrés, cuando estamos en situación de aburrimiento, nos mantenemos en zona de confort, no tenemos retos, somos pasivos, somos lentos, no tomamos decisiones, postergamos y somos de aquellos que yo llamo “de la parálisis por el análisis” Este estrés suele provocar depresión.
  • 3. La suma de los dos es explosiva: ansiedad-depresión.

A este estrés le llamamos estrés negativo. Necesitamos vivir en un estado de estrés positivo, es decir, un estado de flujo. Se puede representar así:

Como se ve, es importante mantenerse equidistante entre los dos estados de estrés negativo para alcanzar el estrés positivo. Esto significa que tenemos que ser dinámicos, pero al mismo tiempo tener tiempos de descanso; tenemos que orientarnos a las metas, pero primero una y después otra “sin prisa pero sin pausa”; no podemos mantenernos en una zona continua de confort, pero tenemos que hacer los cambios en condiciones alcanzables y realistas;  tenemos que dejarnos llevar por nuestros flashes de intuición, pero realizar una cierta validación racional de los mismos.

Esta guía ofrece una idea sobre formas saludables de lidiar con situaciones estresantes mediante la utilización del método “Cuatro A”: Anular, Alterar, Adaptar y Aceptar.

Manejo del Estrés mediante el uso de las “Cuatro A”

Anular – Anula el estrés innecesario. No consiste en evitar todo el estrés en tu vida, eso no es posible ni es saludable. Por ejemplo, una gran parte de la gestión eficaz es un estado de tensión pero conociendo sus límites y cuando estás cerca de llegar a ellos. Cuando tienes un plato lleno, tienes que aprender a decir "no" a la asunción de responsabilidades adicionales que no puedas manejar. Esto podría ser en el trabajo, en la casa o incluso en tu vida social.

Alterar – Si una situación de estrés es inevitable, piensa en formas diferentes en que se puede alterar el contexto donde se produce para que no se genere un exceso de estrés. Muchos de nosotros somos culpables de embotellar nuestros sentimientos y no ser abiertos y honestos acerca de las cosas que nos molestan. Cuanto más tiempo pasamos sin expresar cómo nos sentimos, más se acumula el resentimiento dentro de nosotros. Una técnica de manejo del estrés es simplemente expresar nuestros sentimientos como un método para alterar la situación. La honestidad puede conducir a la comprensión, lo cual puede llevar a un compromiso, que puede conducir a alcanzar un punto medio feliz para todos.

Adaptar – Adaptarse a la situación estresante. Si no puedes cambiar la situación o la persona que te está causando estrés, cambia la forma de responder a ella. Comienza por replantear el problema desde una perspectiva más positiva. Una de las formas más eficaces de control del estrés es centrarse en todas las cosas positivas que van sucediendo en tu vida. El simple acto de tomar algo de tiempo para respirar y ser reflexivo y agradecido por todo lo bueno en tu vida puede ser muy calmante y ayudar a mantener las cosas en perspectiva.

Aceptar – Aceptar las cosas que no puedes cambiar. Una de las cosas más difíciles para nosotros como individuos es aceptar el hecho de que no podemos controlar todo lo que puede hacer que nos sintamos impotentes frente a las cosas que nos causan dolor. Dicho esto, el logro de esta aceptación y detener tus esfuerzos por controlar las cosas fuera de nuestro control puede ser muy eficaz. Acepta el hecho de que no se puede controlar el comportamiento de otra persona, pero puedes controlar la manera en que te dejas afectar y reaccionar ante ella. Nadie es perfecto y todos cometemos errores. Aceptar que la gente va a hacer cosas mal de vez en cuando es bueno para dejar ir la ira y el resentimiento persistente.

El estrés positivo nos hace dinámicos, orientados a resultados y al éxito. Al contrario, el estrés negativo nos genera ansiedad y depresión. ¿Cómo estas tu en cuanto a tu estrés?

Stresstop es un programa de TISOC para ayudar en las empresas mediante el coaching a gestionar mejor el estrés en directivos, mandos y empleados. Para mas información contáctanos.

Por Miguel J. Roldán, Coach Presidente de TISOC, Escuela Europea Líder en Coaching en Español

Contacta con TISOC por Whatsapp