Por Luisa Carrasco

Si te preguntaran: “¿Qué es lo que más profundamente deseas en esta vida?”

Todos,  sin lugar a dudas, responderíamos… “Ser Feliz”.

Encontrar las claves de la felicidad no es tarea fácil. Somos seres maravillosos y complejos en continuo cambio, inmersos en una realidad que a veces nos supera.

Creo que en el colegio tendría que existir una asignatura específica que se preocupara de esto. Ser feliz es lo más importante en este viaje y muchas veces no sabemos navegar en el ancho y profundo mar. 

Creo que cada persona encuentra la felicidad de una forma distinta, pero existen claves comunes que facilitan el camino.

El orden no altera el producto. Todas ellas son imprescindibles para vivir feliz.

¡El Aquí y el Ahora! Vivir en el presente.

A todos nos pasa que tenemos un ruido mental constante que nos marea, nos confunde, nos arrastra y nos vence. Este ruido se alimenta del pasado y del futuro. El pasado te dice: “Y Si hubiera hecho tal cosa”, “Y Si no me hubiera pasado eso”, “Y Si hubiera tomado otra decisión”, y un largo etc. Si os dais cuenta muchas de estas frases empiezan por “Y Si…”

Y en el futuro también lo utilizamos insistentemente “Y Si no apruebo”, “Y Si me va mal”, “Y Si me pongo nervioso”, y otro largo y negativo  etc.
¡Salgamos del “Y Si” y sus consecuencias!

El “Y Si” se apoya en el miedo, en la frustración, en la culpa, en la negatividad. Te lleva al bloqueo y a la no acción.

Vive el presente. Algunas frases que te pueden ayudar a conseguirlo son: “Estoy aquí y ahora”. ”Eso es todo lo que está ocurriendo en este momento”. “Mi mente está ocupada y centrada en este instante”.

Esto es un entrenamiento, no desesperéis. La meditación y el yoga os pueden ayudar en ir adquiriendo esta práctica.

¡Tener metas y objetivos!

¡Fundamental! Un barco sin timón irá a la deriva. Una persona sin metas también. Tener metas en la vida significa tener ilusiones, tener razones por las que levantarte cada día.

Busca metas que vayan contigo, que nazcan de lo que te apasiona, de lo que te gusta, de lo que te motiva. Y después busca pequeños objetivos por cada una de ellas. Encontrarás la satisfacción de vivir haciendo lo que quieres hacer. Y si mañana sientes que esas metas ya no te sirven, ya no te hacen feliz, ¡cámbialas! Nada es eterno. Hay que probar, jugar, buscar, aprender, empezar.

¡Agradece!

Esta herramienta es muy  poderosa. Al agradecer nos centramos en lo positivo de las cosas, en lo bueno que hay en nuestra vida. Por otro lado, nos llena el alma de alegría. Puedes probarlo varios días seguidos y lo notarás en seguida. La alegría interior viene sola. Alguien puede decir “Es que yo no tengo nada que agradecer”, ¿Estás seguro?

Este artículo ha llegado a ti para algo, agradécelo. La vida está llena de mil detalles.

¡Confiar!

Yo cada día me despierto con el canto de los pájaros de mi bloque. Se pasan el día cantando. Lo agradezco muchísimo porque cada día me recuerdan una gran lección: Vivir el presente. Ellos cantan todos los días,  y sin embargo no saben que van a comer mañana. No digo que ahora seamos pájaros despreocupados de todo. Para eso tenemos nuestras metas y nuestros objetivos. La diferencia está en ocuparse y no en preocuparse. Vivir confiando. Si estás en la acción, en la búsqueda las cosas irán viniendo. Es imposible controlarlo todo, así que lo que no dependa de ti, déjalo fluir.

¡Revisa tus creencias!

¿Sabías que las creencias se pueden cambiar? De pequeños aprendemos miles de creencias y las dejamos permanentes en nosotros, sin ninguna revisión o cuestionamiento. De pequeño te decían “No hagas esto que viene el lobo”, la creencia que se construye detrás es “Si no hago lo que dicen mis padres me va a pasar algo malo”. En el mejor de los casos esto lo habrás superado o puede ser que siga existiendo en tu inconsciente. Podríamos poner muchos ejemplos.

Tu trabajo es ver qué creencias tienes que sientas que te limitan de alguna forma. Revísalas, cuestiónalas, y si ya no te valen, no te gustan o no van contigo, reconstrúyelas.

Espero que os sirvan estas claves y las compartáis con personas que  hayan aparecido en vuestras mentes mientras leías el artículo, es también para ellas.

Por Luisa Carrasco. Coach personal y Psicóloga.

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