Por Ma Prem Bhama

En esta semana estuve en una oficina medica con mi mama y fue interesante escuchar a una paciente decir: “Yo siempre he estado diciendo que me quiero morir y ahora que tengo una enfermedad difícil, lloro todo el tiempo porque quiero vivir”.

Hay que ser bien cuidadosos con lo que decimos y con lo que pedimos, recuerden el dicho: Ten cuidado con lo que pides, pues se puede hacer realidad.

En la Biblia hay varias escrituras que señalan el poder que hay en lo que decimos, entre ellas se encuentra: Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”.

Cuando repetimos una frase o palabra constantemente estamos activando la energía poderosa de transformar en hechos lo que estamos repitiendo. Si varias veces al día repites “esto no anda bien”, no va a andar bien y  estás afirmando que las cosas en tu vida no van a mejorar. Sin embargo, si repites “todo está bien”, todo va a ir mejorando poco a poco estás acumulando energía positiva que va a ir convirtiendo tus afirmaciones en realidad.

Don Miguel Ruiz, en su libro “Los Cuatro Acuerdos” pone como primer acuerdo el “se impecable con tus palabras”. El expone que las palabras expresan tu poder creativo y que no solamente son sonidos o símbolos escritos, sino que también son la fuerza que constituye tu poder para crear. Crear tu salud, tu amor, tu prosperidad, tu éxito,  tu paz y tu tranquilidad.

Cuando estamos alertas y pendientes de nuestros pensamientos podemos aminorar el escape energético que se produce con pensamientos de baja frecuencia.

A veces en momentos de desesperación y depresión pedimos la muerte pues queremos escapar del dolor que nos aprisiona. Sin embargo, cuando el cuerpo es afectado por una enfermedad terminal realidad entonces se quiere vivir y no se reconoce que fueron nuestros pensamientos y nuestras palabras las que manifestaron la situación.

En momentos de dolor es preferible hacer nuestra practica espiritual, cualquier que sea la que hayamos escogido. Para los católicos una novena o varios rosarios son una alternativa. Para los Cristianos de avivamiento el ayuno es una opción, utilizando las debidas precauciones y para los Budistas o Hinduistas hacer varios malas con el mantra apropiado es una buena elección. A lo mejor que nos podemos apegar es a nuestra práctica espiritual. Si no tienes ninguna, busca y encontraras, la Divinidad te irá llevando por el camino hasta encontrar la práctica que esté en consonancia a tu vibración energética en ese momento.

Ma Prem Bhama
Certified Life Empowerment Coach

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