Por Juan Manuel Alvarez-Salamanca F.

El ser humano es una especie que se ha adaptado a las condiciones  de la naturaleza, nuestra corporalidad, nuestra mente y espíritu sufre modificaciones constantes con la finalidad de sobrevivir al medio que está siempre cambiando.

En Occidente nos hemos adaptado entorno al capitalismo, nos hacemos fuertes adquiriendo bienes y servicios, pero estamos muy expuestos espiritual y emocionalmente, nuestra adaptación no ha incluido un pensamiento reflexivo que nos permita ahondar en las causas de los factores que nos hacen sufrir, por el contrario, estamos tan sumergidos en la vorágine que sólo nos medicamos para atenuar las consecuencias tapando las causas pero no solucionarlas, es como sí barriéramos la suciedad de nuestra casa y la dejáramos bajo nuestra alfombra.

Nos aterra pensar ¿en qué pasaría si……….?, y por lo tanto, buscamos entre nuestros paradigmas pequeñas soluciones como queriendo tapara el sol con un dedo.

Desde el mundo oriental y desde inicios de nuestros tiempos nos encontramos frente al Budismo, filosofía antiquísima que nos muestra las 4 verdades nobles, las cuales se centran en el sufrimiento, ellas nos dicen que toda la existencia humana es sufrimiento y que, al no encontrar la causa de dicho sufrimiento será difícil o imposible superar el dolor.

¿Que nos sucede a nosotros con esto?, muchas veces decimos no puedo o simplemente no quiero adentrarme en esto pues será un camino tortuoso que me imposibilitara poder coordinarme internamente para buscar las soluciones, el no puedo, el no quiero, el no tengo tiempo, el yo no tengo esto o aquello es un diálogo interno que nos genera, nos constituye y nos auto convence de no tener la habilidad o capacidad de enfrentarse a mi mismo, la Ontología del lenguaje nos advierte, eres lo que dices ser, por lo tanto, al decirte no puedo, seguramente no podrás y no tendrás el poder para producir los cambios que necesitas.

Cada uno de nosotros nace provisto de todas y cada una de las cualidades que el ser humano requiere para evolucionar y despertar, dependiendo de la cultura y entorno donde vivimos y nos desarrollamos, adquiriremos ciertos paradigmas y estructurales mentales que nos potenciaran o nos debilitara nuestro poder de cambio y adaptación, está en ti buscar los diferentes caminos internos para remodelarte, tú puedes y tienes todo dentro de tí para hacerlo, sólo resta tu decisión para transmutar tu sufrimiento en poder.

Sólo hazlo, cambia tu diálogo interno y transfórmate en el cambio que quieres para el mundo, nadie lo hará por ti.

Por Juan Manuel Alvarez-Salamanca F., Coach Corporativo, Ejecutivo y Personal y Facilitador Internacional Acreditado por TISOC.

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