Por Ma Prem Bhama

“La palabra es más poderosa que la espada”; “eres esclavo de lo que dices y dueño de lo que callas” son antiguos proverbios que hemos escuchado y que hacen referencia al poder de la palabra. En la Biblia hay varias escrituras que señalan el poder que hay en lo que decimos, entre ellas se encuentra: Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”.

En este nuevo siglo se está haciendo mucho énfasis en la importancia de ser cuidadosos con la forma en que hablamos. La mayoría de las personas hablan sin pensar, en automático y no están concientes de lo que sucede cuando hablamos. Las palabras son una expresión energética del pensamiento. El sonido es una vibración que actúa como un conductor, transmitiendo ondas energéticas que influyen en nuestro subconsciente y en el del que escucha. Por eso  necesitamos ser bien cuidadosos con lo que decimos y cómo lo decimos sobre todo cuando hablamos de otros. Cuando criticamos a alguien juzgando como se viste, como habla, lo que hace, etc., estamos poniendo energía de baja frecuencia en nuestras vidas porque todo lo que decimos o deseamos nos es devuelto, ya que por la Ley de Causa y Efecto,  recogemos lo que sembramos.

Cuando repetimos una frase o palabra constantemente estamos activando la energía poderosa de transformar en hechos lo que estamos repitiendo. Si varias veces al día repites “esto no anda bien”, no va a andar bien y  estás afirmando que las cosas en tu vida no van a mejorar. Sin embargo, si repites “todo está bien”, todo va a ir mejorando poco a poco porque estás acumulando energía positiva que va a ir convirtiendo tus afirmaciones en realidad.

Don Miguel Ruiz, en su libro “Los Cuatro Acuerdos” pone como primer acuerdo el “se impecable con tus palabras”. El expone que las palabras expresan tu poder creativo y que no solamente son sonidos o símbolos escritos, sino que también son la fuerza que constituye tu poder para crear. Crear tu salud, tu amor, tu prosperidad, tu éxito,  tu paz y tu tranquilidad.  También explica la importancia que tiene la manera en la que les hablamos a nuestros niños. Con las palabras (entre otras cosas) estamos forjando su personalidad y su forma de actuar en la vida.  Las palabras, de acuerdo a Don Miguel Ruiz, tienen el poder de encantar, son como una magia o un hechizo que lanzamos al hablar. Los niños son especialmente susceptibles a esto, ya que no tienen un marco de referencia para poder distinguir entre las palabras de alta frecuencia (amar, perdonar, compadecer, respetar) y las palabras de baja frecuencia (rabia, rencor, coraje, no puedes, no puedo, etc.) y no saben como resistir esta vibración. Háblales a los niños con amor para que aprendan a sincronizarse a la alta frecuencia de la vibración del amor.

El Dr. Masaru Emoto  descubrió que las moléculas del agua reflejan nuestros pensamientos, palabras y sentimientos y en sus libros presenta pruebas de que el agua está viva y responde a cada una de nuestras palabras y emociones.

Cuando el agua está expuesta a palabras como "amor", "gratitud" o "sabiduría", los cristales que forma al congelarse son hermosos y ordenados. Cuando se expone a expresiones como "¡estúpido!", “rencor”,  “coraje”, son indefinidos o incompletos. Si lo que decimos tiene ese poder sobre el agua, imagínate el poder que tiene sobre nuestro cuerpo (que es más de un 80% agua) y nuestra mente. Pero, no solamente es el decir algo positivo, es sentirlo, es desearlo con toda la vibración energética que poseemos, es actuar sobre lo que decimos, las acciones son nuestra mayor fuerza. Pensamientos positivos, palabras de motivación,  sentimientos de alegría y bienestar hacia nosotros y hacia los demás, ponen energías beneficiosas en nuestro cuerpo, mente y todo lo que nos rodea.  Una vez entiendes que toda acción tiene un efecto (toda acción tiene una reacción)  puedes hacerte cargo de tu proceso de transformación. Al  internalizar  esto, vas a estar más atenta a tus palabras y a tus acciones porque estas conciente de que algo va a pasar y quieres que sea algo de beneficio para los demás y para ti.

Cómo podemos utilizar el poder de nuestra palabra? La oración en voz alta, la meditación y las afirmaciones escritas y en alta voz ponen energías beneficiosas  en tu mente y en tu cuerpo. Cuando bendices a tus seres queridos, a ti misma y todo a tú alrededor, estás poniendo en acción la energía Divina que nos rodea. Qué puedes hacer para conectar con esa Energía /Divina? Nuestro maestro espiritual Yangsi Rinpoche, del Centro Budista Ganden Shedrub Ling,  nos dice que  la meditación es “la medicina maravillosa” que debemos utilizar para todo.  Por eso es la herramienta por excelencia para ayudarte a aumentar tu energía. Medita, ante todo, medita, busca un sitio tranquilo, sin ruidos cierra los ojos y respira. Pon tu atención en la respiración. Si viene algún pensamiento, suavemente y sin tensión regresa tu atención a la respiración. Luego de quince minutos (aproximadamente) abre tus ojos lentamente, respira profundo, y bendice todo a tu alrededor, incluyéndote a ti. Esto va creando un escudo protector que perdura ayudándote a repeler las palabras de baja frecuencia que alguien pueda decirte. Si sientes que alguien te habla utilizando palabras o tonos no apropiados, respira y pide clarificación, pregunta: ¿qué me quieres decir con eso? De esta manera rompes el hechizo.

Esta semana está bien atenta a lo que dices y a lo que te dicen. Procura que tus palabras siempre sean de amor, de apoyo, respeto, entusiasmo,  regocijo y de motivación.

Ma Prem Bhama es autora del libro La Llave de tu felicidad, Certificada como doctora en medicina Holística en el Clayton School of Holistic Medicine en el año 1997, bajo la tutela de la maestra Espiritual Shanti Ragyi. Más información en www.llavedetufelicidad.com

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