Por Dionisio Contreras Casado

La mayor parte del comportamiento diario está dirigido a comprender cómo somos percibidos por los demás. La Universidad de Chicago, a través de una investigación, demuestra que para comprender mejor cómo somos vistos por los demás, es necesario cambiar el autoconcepto, es decir, la imagen que tenemos de nosotros mismos. En demasiadas ocasiones, pensamos saber lo que piensan los demás de nosotros, pero la mayor parte de las veces se trata de una percepción errónea.

Nicholas Epley, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, junto a Tal Eyal, de la Universidad Ben Gurion, en Israel, a través de tres experimentos, consiguieron demostrar que cambiar la perspectiva que tenemos sobre nosotros mismos, nos ayuda a predecir de un modo más ajustado lo que los demás piensan de nosotros.

Según este estudio, los demás nos consideran de un modo general, mientras que nuestro autoconcepto está basado en los detalles. Afirman los investigadores que, “Si nos vemos a nosotros mismos a través de un microscopio y los demás lo hacen a través de unas gafas, haremos mal las cosas. Nos preocuparemos de cosas pequeñas que no nos deberían estar preocupando, o nos sentiremos orgullosos de detalles pequeños en los que nadie se está fijando”.

Tener una percepción ajustada de cómo nos perciben los demás, es importante, no ya sólo si atendemos a nuestra vida personal, sino que adquiere importancia especial a la hora de relacionarnos con nuestros clientes, compañeros o empleados, repercutiendo directamente en la calidad del proceso de toma de decisiones, y mejorando el trabajo en equipo.

Acercarse a saber lo que los demás piensan de nosotros, implica cambiar el punto de vista que tenemos de nosotros mismos.“No podemos mirarnos a nosotros mismos sin pasar por las lentes coloreadas de nuestras propias creencias. El problema que la gente tiene a la hora de tener intuiciones respecto a las impresiones que provoca en los demás, es que saben mucho sobre ellos mismos y muy poco sobre los demás”, comentan Epley y Eval, autores de esta investigación  de la Universidad de Chicago.

Esta investigación está básicamente dirigida a personas que toman sus decisiones en virtud de lo que creen que los demás piensan de ellos. En el ámbito laboral esto tiene implicaciones importantes, ya que tener mala percepción de los demás, o que la tengan de nosotros, puede dificultar sobremanera el trabajo en equipo, de tal manera que de esta curiosa investigación se desprende, que si no sabemos qué piensan nuestros clientes o empleados de nosotros mismos, estaremos invirtiendo energía y recursos en una dirección equivocada.

“El mayor error que comenten las personas cuando intentan comprender cómo son vistas se debe a que la lente que usan para mirarse a ellas mismas es diferente a la que usan los demás” dice Epley, y en ese sentido utilizan la analogía de mirar un mapa: “Puedes mirarte a ti mismo a nivel de calle o desde un satélite. Los demás nos ven desde un satélite, por lo que si pensamos sobre nosotros mismos desde esa perspectiva, seremos más precisos”.

Digamos que las personas creamos escenarios, y concretamos nuestras posibilidades en virtud de la imagen que tenemos de nosotros mismos, si bien esta imagen deja de ser útil cuando distorsiona la idea que tenemos sobre como somos percibidos por lo demás, ya que esto nos dificulta enormemente la relación con los demás. En este caso, se requiere que uno mejore su autoconcepto con el objetivo de mejorar la percepción sobre como es percibido.

Lo que los demás perciben de uno, pero uno es incapaz de percibir de si mismo, a menudo cosas que cuesta aceptar, fue denominado por Joseph Luft y Harry Ingham “Área Ciega”, y constituye un área de oportunidad, ya que permite conocer como uno es percibido, y consiguientemente cómo los demás se pueden posicionar ante él. Únicamente la relación interpersonal, y aceptar, sin defensas, la crítica de los demás, puede hacernos conquistar este área, aún cuando, a menudo, nos resistamos a admitir humildemente que somos así, o que tenemos tal o cual carencia o limitación. Difícil pero eficaz.

Dionisio Contreras Casado Educador Social. Experto en Drogodependencias. Formador de Inteligencia Emocional.

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