Por Pedro Palao Pons, Presidente TISOC – Master Coach grado Experto

Es una de las profesiones más divertidas, gratificantes, con alto retorno de la inversión, prestigio y reconocimiento a nivel mundial. Una profesión que se complementa a la perfección con otras dándoles valor añadido, por eso cada vez más personas se acercan al Coaching  y se preguntan “¿Yo puedo ser Coach?”  Claro que sí, veamos…

¿Puede que no lo sepa y que ya haya un Coach en mi interior?

Si te gusta conversar, si te apasionan las relaciones humanas, si te encanta contribuir a que los demás mejoren, si te fascina generar proyectos retadores y alcanzar nuevas metas y objetivos, si algo se remueve en tu interior cuando te motivas y piensas en cómo mejorar, seguramente sí: ya hay un Coach en tu interior.

Me fascina la comunicación ¿puedo ser Coach?

Estás en el camino, puesto que la comunicación es la herramienta esencial del Coaching. Ahora bien, no basta con hablar, hay que darle contenido y consistencia a lo que se dice. Por eso un Coach precisa desarrollar habilidades comunicacionales avanzadas y tomar conciencia del poder que tienen las palabras. Un poder manifiesto no solo cuando uno las pronuncia, -ya que eso nos sirve para que el cerebro tome más conciencia todavía de lo que decimos-, sino de lo que causan tus palabras en los demás, en su estado de ánimo en sus proyecciones, miedos e ilusiones.

Por eso para ser Coach debes ser “verbalmente quirúrgico”, tomando de lo que dices, de cómo lo dices  y , -esto es muy importante-  de “para qué” lo dices. Recuerda la frase “Calla, si lo que vas a decir no es más relevante que el silencio”.

Es importante saber que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Por eso debemos medirlas bien, tanto si se trata de una explicación como de una pregunta. A veces un silencio es mucho más revelador que una larga explicación.

¿Qué debo hacer para ser Coach?

Para ser Coach debes desarrollar habilidades en el arte de la palabra, metodologías que te enseñarán cuándo y de qué manera hablar. Cuándo responder con una mirada, cuándo hacerlo con un silencio, cuándo con un gesto, cuándo con una pregunta o cuando con una frase retadora o “removedora”, para que la otra persona tome conciencia.

Me encanta preguntar ¿puedo ser Coach?

Vas por buen camino, pero una cosa es el “Chismo-Coaching” y otra el Coaching. En efecto, la fama que tenemos los Coaches es que somos “máquinas de preguntar”. No es cierto. Ni somos interrogadores ni tampoco encuestadores. Lo que hacemos es utilizar la pregunta como herramienta vehicular en una conversación que tiene por objetivo ayudar a la otra persona.

Ahora bien hay algo más que preguntar. Debes saber cuándo necesitas hacer una pregunta de contexto, para conocer bien la información; cuándo una pregunta abierta que le permita a la otra persona fluir, expandiéndose con sus respuestas (que tú deberás saber acotar y clarificar); cuándo generar una pregunta de opciones, para que la otra persona vea que los caminos pueden ser muchos; cuándo formular una pregunta de acción, de compromiso… Hay muchas preguntas, pero solo la pregunta adecuada es la que genera un “click”. Por eso es importante saber si la pregunta que haces es “para ti” o para la otra persona.  Es decir, para “calmar” tu curiosidad o para clarificar un contexto o si le sirve a la otra persona para un “despertar” o “toma de conciencia”.

Me siento muy bien dando consejos ¿Puedo ser Coach?

Puedes ser Coach, pero sin dar consejos. Eso no lo hacemos en Coaching.

A veces da la sensación de que la especie humana tuviera un gen, el “Gen Consejero” implantado en su ADN, hasta el punto que cuando alguien necesita ayuda, antes de que acabe su frase o manifestación de la necesidad ya le estamos diciendo qué y cómo debe actuar ¿Quiénes somos nosotros para hacer eso? ¿Estamos en su cabeza? ¿Tenemos plena conciencia de sus sentimientos y emociones? ¿Sabemos a qué retos se enfrenta? ¿Conocemos su contexto, lo que rodea, sus miedos, amenazas, fortalezas? No. La mayoría de las veces no tenemos ni idea, solo disponemos de un parcial, pero, pese a eso, con frecuencia, se pronuncia aquella frase de… “No me digas más. Mira, lo que tienes que hacer es…”

Al formarte como Coach aprenderás a “acallar” tu ruido interior, el que te hace juzgar, prejuzgar, anticiparte, no escuchar y dar consejos en vez explorar opciones que den como resultado efectos distintos a los obtenidos hasta ahora.

Me gustan mucho la relaciones sociales ¿Puedo ser Coach?

Claro que sí, cuando más te gusten, mejor. Al fin y al cabo tu trabajo como Coach será contribuir a que otras personas brillen, destaque, lideren  y mejoren  en sus situaciones.  Pero el dominio del Coaching no es algo que surja por arte de magia ni que se cultive de la noche a la mañana. Ser Coach requiere formación, conocimiento, práctica, pericia, intuición, estrategia y método, mucho método. Con todas esas herramientas, al cabo del tiempo fluirás con naturalidad  siendo capaz de generar resultados que a veces resultarán sorprendentes para ti y para los demás.

Entonces ¿qué debo hacer para ser Coach?

Deberás dar varios pasos, entre otros…

  1. Darte cuenta de para qué quieres serlo. Preguntarte si lo haces por seguir una moda o porque hay algo en tu interior que te llama a ayudar a que otras personas y tú mismo brilléis más y mejor.
  2. Aceptar que no lo sabes todo, que es un proceso de aprendizaje continuo divertido pero exigente. Fascinante, pero delicado. Con efectos sorprendentes, pero que necesita entrenamiento.
  3. Entender que como coach tú no eres el protagonista, no eres quien trazas el camino a seguir, ni quien debe dejar las huellas para que otros las pisen, sino que simple y sencillamente caminas (si la otra persona lo permite) junto a ella, para acompañarla de su situación actual a la que quiere llegar.
  4. Asumir que aunque no trabajes como Coach, serás Coach las 24 horas, porque el Coaching es algo que se implementa en tu día a día, porque es una forma de ver y entender la vida.
  5. Estudiar, para descubrir las claves de la comunicación, para aprender a escuchar de una forma profunda y objetiva, sin ruidos, sin juicios, para formarte en el arte de las preguntas poderosas. En definitiva estudiar y trabajar para ser una nueva y mejorada versión de ti mismo día a día.

Por Pedro Palao Pons
Presidente de The International School Of Coaching
Master Coach grado Experto

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