Por Mauricio Bock

En uno de los torneos más importantes de Golf, el “tigre de madera” había logrado un golpe sin precedente que le permitió su triunfo. En una entrevista al genio del Golf, un periodista le preguntó: “No cree usted que ha tenido mucha suerte?”. Tiger le replicó que a más entrenaba, más suerte tenía, había ensayado este golpe miles de veces antes.

¿De qué depende la suerte? Será un agente externo a nosotros? Podemos tener el control sobre ello? Para Voltaire, filósofo francés, “la suerte es cuando la preparación y la oportunidad se unen y se confunden”.  Si nuestra preparación depende de nosotros, podemos entonces concluir que tenemos control sobre gran parte de nuestra suerte. Por otra parte, la oportunidad nace de circunstancias. Si nos dedicamos a crear las circunstancias, entonces es posible provocar las oportunidades.

Si hay algo que tienen en común las personas con éxito es la actitud positiva que se traduce en  voluntad y persistencia. Para ello es necesario no solo saber reconocer nuestras fortalezas sino a mayor escala trabajar nuestras debilidades para controlar así nuestra suerte.

Aumentando nuestra suerte:

  1. Análisis FODA: Aplique a su personas las herramientas del marketing tradicional, realice un análisis interno y externo sabiendo cuáles son sus Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas.
  2. Plan de Acción. Una vez analizado sus debilidades, transforme sus objetivos en metas, poniendo fechas de caducidad para alcanzar sus objetivos.
  3. Seguimiento: ¡La mejor inversión esta en usted! No deje pasar el tiempo, realice fichas con sus metas y guárdelas en su billetera para siempre recordarse a donde quiere llegar. Haga un seguimiento a 3, 6 y 9 meses para saber cómo va en su plan.
  4. Evaluación: al cabo de un año, revise sus metas y defina nuevos retos.
  5. ¡Recuerda que todo depende de ti!

Mauricio Bock, docente del diplomado de Psicología Organizacional y Gestión del Talento de la USMP.

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