• Puedes dejarte llevar por la ola de los acontecimientos o establecer un plan de acción desde tu control.
  • Puedes quejarte de lo injusta que es la vida, creyendo que las cosas solo suceden porque giran a tu alrededor, o decidir de qué manera puedes cambiar.
  • Puedes poner mala cara y enfadarte con el universo o decidir qué, cómo y cuándo harás lo que sí esté en tu mano.
  • Puedes perder el tiempo pensando en los pensamientos y motivos de los demás o invertirlo en los tuyos.
  • Puedes gastar tu energía en las quejas sobre lo que no harás, pese a que tenías previsto hacerlo, o reconducir tu vitalidad para hacer cosas distintas. Incluso aunque no estuvieran programadas.Si no controlas y te das cuenta de que eso es así, ¡felicidades! Ya has dado un primer paso hacia el control de la situación: darte cuenta. A partir de ahí, lo que hagas y lo que no, ya depende de ti y de tu control.

Y si quieres aprender todas las claves de cómo controlar lo controlable y evitar el gasto energético en lo que no controlas, en Start Coaching sabrás cómo. ¿Nos vemos en Enero? 

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