Por Lic. María Luisa Caseiro

De manera constante y hasta cruel somos bombardeados de noticias amarillistas por cualquier medio. Ya es alarmante la práctica frecuente y adictiva, compartir novedades en las redes sociales,  y aunque sabemos los efectos que producen en nuestra mente, esta adicción se apodera de nosotros a cada instante. Resulta fácil ser presa de una condición negativa pero resulta igualmente fácil y poderoso, el mismo mecanismo bien enfocado, pero en positivo.

Aunque sabemos que producir un cambio positivo de actitud es realmente sencillo y depende absolutamente de uno mismo, cada persona responde de manera distinta. Tenemos la posibilidad de ser indiferentes, de resistirlos o atacarlos, de aceptarlos con posturas de victimas y sufrimiento, o aceptarlos desde una visión positiva. La elección a tomar ante cualquier circunstancia, es algo que podemos escoger.

Hay muchas maneras de contrarrestar los efectos negativos que producen los mensajes que recibimos día a día. Podemos optar salir del círculo vicioso o permanecer en él, para lamentarnos. Adquirir el hábito de tener actitudes y pensamientos positivos, es como levantarse cada mañana a tomar un cafecito recién colado.

Una buena práctica es otorgar sentido a todo cambio, creando una perspectiva ventajosa y provechosa de todo lo bueno que pueda obtenerse en cualquier situación. La actitud para enfrentar cambios de comportamiento con una actitud positiva, se encuentra casi siempre relacionada con la autoestima. Cuando nos sentimos seguros y capaces, afrontamos el cambio como si de un reto se tratara. Por el contrario, cuando nos sentimos incapaces, cualquier cambio supondrá sentimientos y emociones próximas al miedo, intranquilidad, irritación, preocupación e indiferencia.

Ser decididos y perseverantes, nos  ayuda a desenvolvernos de manera efectiva en el momento de realizar un cambio, y nos ayuda a llegar a la estado ideal para alcanzar nuestro objetivo. Adopte una actitud positiva, confíe en sí mismo para lograr absolutamente todo lo que se proponga, trabaje duro para alcanzar el objetivo y tenga en cuenta que ante todo cambio, son muchos las vicisitudes que surgirán.

Cada vez que aparezca una situación problemática, concéntrate rápidamente en la solución, no en el problema. Si bien algunas veces el resultado del cambio resulta negativo, no debemos olvidar que las fallas sirven como experiencia y conocimiento en nuestras vidas. Practicar el optimismo y la confianza impide caer en la indiferencia, la desesperación o la depresión frente a los obstáculos. El pensamiento positivo habitualmente busca los mejores resultados de las malas situaciones. Siempre es posible encontrar algo bueno, aunque las cosas se vean mal a tu alrededor. Cuando buscas cosas buenas, siempre las encuentras.

Somos responsables de nuestras actitudes y por ende, de nuestros cambios y hasta que no experimentemos cuán importante es estar abiertos a los cambios, no sabremos lo que de ellos podremos disfrutar.

Si te interesa saber más, en otro artículo, desde TISOC hablamos de la actitud frente a la crisis.

Lic. María Luisa Caseiro – Asesor en Planificación Estratégica y gestión del Cambio

Contacta con TISOC por Whatsapp