Por Miguel J. Roldán / Coach Presidente de TISOC

Como un ejecutivo puede mejorar significativamente su rendimiento

La importancia de la energía

Algunos ejecutivos prosperan bajo presión, otros se marchitan. Hay una epidemia de estrés negativo (el positivo es bueno y necesario) en nuestra vida personal y laboral. Estamos orgullosos de nuestra capacidad multi-tarea para organizar las demandas de tiempo usando ayudas informáticas: llegamos a ser más eficientes y asumir más responsabilidades, pero con ello, también, más estrés.

Aun cuando la gestión de nuestro tiempo la hagamos bien, muchos ejecutivos terminan exhaustos y estresados, incapaz de concentrarse, mantener el foco, y ser productivos. Esto no se debe a un problema de gestión del tiempo, es un problema energía. Cuanto mayor calidad los ejecutivos buscan para sí mismos y para sus empleados, se mantiene un alto rendimiento pero a la vez un mayor consumo de energía.

La mayoría de nosotros responde a las demandas del lugar de trabajo haciendo más horas.  Pero es erróneo suponer que la inversión en un exceso de tiempo en el trabajo nos va a generar más resultados.

Esta creencia, y las historias que de ella se derivan, son simplemente falsas. Podemos trabajar largas horas, tener reuniones con almuerzo incluido, hacer informes y llamadas telefónicas, escribir correos electrónicos, pero si estamos agotados, distraídos, frustrados y enojados, el retorno positivo que hemos esperado no se materializará.

No hay nada positivo en hacer tiempo extra si este no es de alta calidad, y la calidad se centra en el nivel de energía. Una alta energía genera un alto rendimiento, no el tiempo extra.

Los ejecutivos se esfuerzan por mantener un alto rendimiento por la presión cada vez mayor y los rápidos cambios de nuestro entorno, pero no van a conseguir ese rendimiento si no gestionan adecuadamente su energía.

Las herramientas para mantener alto el rendimiento no se enseñan en las escuelas de negocios y en los cursos de desarrollo de liderazgo rara vez se aborda el tema de la gestión de energía, ya sea individual u organizacional. Este bajo nivel de energía puede ser una de las razones por la que más de las dos terceras partes de los empleados se sienten poco comprometidos en el trabajo (Gallup 2004).

En enero de 2004, un interesante proyecto de investigación fue llevado a cabo por la Dra. Theresa Welbourne de la Escuela de Negocios de Michigan y eePulse llamado “Leadership Pulse”, donde se entrevisto a 911 líderes ejecutivos.

Los resultados muestran que los niveles de energía aumentan conforme la empresa es de mas alto rendimiento y da mejores resultados, tal como se ve en el siguiente cuadro

Rating de rendimiento/resultados de la empresaNivel de energía promedio
Bajo5.99
Medio6.61
Alto7.21

La conclusión es clara: el nivel de energía predice la productividad individual, de equipo y desempeño de la empresa.

Algunos de los secretos de la energía y el mantenimiento de un alto rendimiento proceden de estudios profesionales realizados en los atletas. Los atletas profesionales pasan la mayor parte de su tiempo en entrenamiento y, a lo sumo, unas pocas horas al día, se dedican a competir. Los ejecutivos de las empresas, sin embargo, no tienen el tiempo para entrenar y deben llevar una intensa competición que con frecuencia es de 12 a 14 horas al día. La mayoría de los deportes profesionales tienen una temporada de competición de varios meses. El típico ejecutivo tiene varias semanas de vacaciones al año, pero incluso entonces, el 47% como mínimo, se llevan sus ordenadores portátiles para responder el email en los momentos de descanso. La carrera del deportista se extiende por 7 años en promedio, y la de un ejecutivo de una empresa puede durar de 40 o 50 años.

Gestionar el estrés en los ejecutivos es un reto para la mayoría de las organizaciones. En el 2000, un estudio capitaneado por R. Wheatley del Institute of Management in London concluía que el 75% de los ejecutivos reportaban que su salud, felicidad, rendimiento en el trabajo y desarrollo personal are se veían altamente impactados por el estrés negativo.

En nuestra vida diaria hemos llegado a patologizar el término estrés. Hablamos de estrés reduciendo el término a las secuelas negativas que puede acarrear el proceso de desadaptación. Pero, ¿Realmente sabemos lo que es estrés? ¿Y que es eso de estrés positivo y negativo?, ¿Y la ansiedad?

¿Qué es el estrés positivo y negativo?

En nuestra vida diaria hemos llegado a convertir el término estrés en una acepción negativa. Hablamos de estrés reduciendo el término a las secuelas negativas que puede producir. Pero, ¿sabemos lo que es estrés? ¿y las diferencias entre estrés positivo, negativo y la ansiedad?

1. El estrés es la respuesta inespecífica del cuerpo a cualquier demanda.

2. La ansiedad es la emoción que surge ante una amenaza (real o irreal)

3. El distrés (estrés negativo) son las consecuencias perjudiciales de una excesiva activación psicofisiológica que a su vez puede producirse por dos hechos principales que están a su vez en polos opuestos:
– Aburrimiento
– Hiperactividad

4. El eustrés (estrés positivo) es la adecuada activación necesaria para culminar con éxito una determinada situación complicada.

El hábil manejo de la energía tanto a nivel individual y de la organización permite obtener el máximo rendimiento posible. Tenemos que aprender dos nuevas cosas:

1. La energía es el factor fundamental para el alto rendimiento.

2. El rendimiento, la salud y la felicidad están basadas en la acertada gestión de la energía.

La falta de energía: la falta de compromiso total

El compromiso debe ser una prioridad para obtener resultados. Las empresas incurren en costes innecesarios cifrados en miles de millones porque la gente no muestra compromiso, dato estimado por Gallup en 350 mil millones de dólares al año. Pocos ejecutivos o gerentes entienden la gestión de la energía y la forma de construirla en las rutinas diarias. Sin embargo, la capacidad para mantener la unidad y la pasión en todo el trabajo del día y tener algo de sobrante para la familia y los amigos al final del día se basa en la adquisición de unos hábitos positivos y la comprensión del concepto de gestión de energía.

Estos principios fueron descubiertos por el estudio de las diferencias entre los atletas de gran éxito profesional y los que “simplemente corren” La diferencia entre los ganadores  y los mediocres radica en su capacidad para gestionar y conservar su nivel de energía. Los mejores jugadores de tenis, por ejemplo, utilizan ciertos rituales para ayudarse a permanecer concentrados y manejar las emociones negativas. Sus ritmos cardíacos pueden disminuir hasta un 20%. Otros jugadores con  talento que no participan en rituales de recuperación no muestran signos como estos.

Aumentar los diferentes niveles de energía

Los cuatro principios de gestión de la energía

Los mismos principios pueden aplicarse a las empresas y los ejecutivos. Estos son los conceptos básicos a considerar:

1. La energía tiene cuatro dimensiones: física, mental, emocional y espiritual. Es necesario gestionar la energía de cada dimensión y además hacerlo de forma sistémica, es decir en las cuatro.

2. La energía se maneja mejor cuando hay oscilaciones entre el estrés y la recuperación. El estrés, en este caso se entiende en un sentido positivo. El estrés es lo que hace que nosotros mismos utilicemos nuestros talentos y habilidades; sin embargo, debe equilibrarse con la recuperación y el descanso, y la mayoría de nosotros no sabemos cómo hacerlo.

3. Empujar más allá de nuestros límites habituales potencia nuestros puntos fuertes. Crear capacidades mentales, emocionales, físicas y espirituales es similar al entrenamiento físico para mejorar nuestra fuerza y capacidad cardiovascular. Tenemos que impulsar con el fin de crecer.

4. Crear energía positiva mediante  rituales la mantiene y la expande. Es la clave para recuperar y generar energía de reserva totalmente a nuestra disposición.

Demasiada energía gastada pero con descanso insuficiente lleva a problemas. La vida no es un maratón, es más bien una serie de sprints. Todo en la vida y la naturaleza se construye con ritmos y oscilaciones, como las mareas, el sol, la luna, y nuestras funciones fisiológicas. Sin embargo, muchos de nosotros estamos en estrés negativo (distinto al positivo) porque pensamos en términos de tiempo lineal, nos olvidamos de crear momentos de descanso y calidad personal. La mayoría de nosotros estamos en una carrera contra reloj y hacemos increíbles demandas a nuestras reservas de energía como si tuviéramos recursos ilimitados.

Creando más energía física

Los ejecutivos pueden realizar su trabajo con éxito, incluso si fuman, beben, y pesan demasiado. Gran parte de su trabajo es sedentario, sin embargo, pueden destacarse, sin tener cualquier rutina de ejercicio regular. Obviamente, viven y trabajan de esta manera, pero no pueden realizar su potencial por completo o sin un costo con el tiempo, para ellos mismos, sus familias y las empresas para las que trabajan. Se puede comparar con tratar de conseguir el máximo rendimiento de un ordenador cuyo hardware y software están sin actualizar desde hace varios años. Altos niveles de energía mental, emocional y espiritual requieren que el cuerpo este en buena condición física. La mayoría de los enfoques de alto rendimiento en los ejecutivos y los líderes se realizan de acuerdo a competencias cognitivas o emocionales. Algunos teóricos han abordado la dimensión espiritual, así cómo los valores más profundos y una sentido de propósito. Sorprendentemente, casi nadie ha prestado ninguna atención al papel desempeñado por las capacidades físicas. Una teoría integrada de la gestión del rendimiento se ocupa del cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu, considerando a la persona como un conjunto.

La mayor energía corporal se inicia con la atención a la respiración, una dieta saludable y buenos hábitos de sueño, mucha agua y algo de ejercicio físico diario (andar por ejemplo). Aunque esto puede sonar a manido y que todos ya lo saben, la evidencia es clara: los ejecutivos que construyen rutinas de ejercicio, alimentación saludable, duermen bien, y manejan mejor su capacidad de respirar y relajarse, tienen más energía y son capaces de mantener un mayor rendimiento sometido a intensas presiones.

Creación de más energía mental

Existe una correlación entre la productividad y el pensamiento positivo que genera la energía mental. Los ejecutivos de mayor éxito en ventas son personas que tienen un estilo argumentativo  optimista. Pensar lleva tiempo, pero en la mayoría de los puestos de trabajo no hay tiempo para el descanso, las pausas del entrenamiento mental, los espacios de generación de ideas y el pensamiento reflexivo. Ellos deben hacer esto y punto. De hecho, una de las maneras más productivas  de ser competitivos es la generación de ideas innovadoras.

Creación de más energía emocional

La energía emocional se expresa en la confianza en si mismo, la auto-disciplina, la sociabilidad y la empatía. Es posible la construcción de emociones positivas al igual como se endurecen los músculos y se mejora la fuerza física. Los atletas profesionales saben lo importante que es manejar los sentimientos negativos en momentos cruciales. La frustración, la ira o el miedo son tóxicos y generan bajo rendimiento.

Los ejecutivos que quieren ser capaces de funcionar bien bajo el estrés deben aprender a “mantener la vista en el foco” y gestionar la negatividad. Los estudios han demostrado que los líderes comunican sus estados de ánimo a sus grupos de trabajo en forma tal que afecta directamente a los resultados de la empresa.

Muy pocas personas reconocen o tratan de crear sentimientos de placer y alegría, especialmente durante agotadores e intensas negociaciones y reuniones de negocios. La investigación ha demostrado, sin embargo, que el humor y los buenos sentimientos son contagiosos y pueden realmente aumentar las posibilidades de éxito en los negocios y las relaciones. Las relaciones son fundamentales en el trabajo y afectan el desempeño laboral. Tomarse el tiempo para manejar mejores relaciones es crucial.

Creación de más energía espiritual

La energía espiritual, en el sentido que aquí la entendemos, tiene que ver con la conexión personal con los valores propios y con un profundo sentido de propósito. Se trata de cuidar de sí mismo y de los otros con profundo respeto. Significa honrar tus valores, y hacer lo correcto.

Es una fuente increíble de pasión, fortaleza y compromiso. Aquellas personas que se conectan con un propósito más grande que sus propios intereses personales demuestran más pasión y energía.  La energía espiritual también depende del propio desarrollo más allá de los límites de la zona de confort  y requiere reposo, recuperación y renovación.

El poder de los rituales positivos

Ponerse en forma para participar plenamente en la vida y el trabajo significa estar profundamente involucrados con un claro auto-examen del propósito y los valores personales, y el establecimiento de hábitos eficaces de consumo energético y renovación de los mismos. En primer lugar, debes definir tus verdaderos valores y lo que es más importante para ti. Después, debes ser honesto acerca de dónde te encuentras ahora y estar dispuesto a admitir que las excusas ya no son lo suficientemente buenas. En tercer lugar, adoptar medidas positivas. Los rituales positivos ayudan a todo esto.

Haz un plan considerando cuándo vas a participar en estos rituales positivos, por cuánto tiempo y qué días. Algunos ejecutivos ocupados que han construido rituales positivos se han asombrado sobre la forma en que han ampliado sus capacidades en los cuatro dominios de la energía.

Estos rituales pueden incluir una profunda respiración durante unos segundos en diferentes momentos del día, hacer una meditación rápida, volver a leer una declaración de visión o misión, llamar a un ser querido, leer todos los días, subir y bajar escaleras para hacer un esfuerzo físico, hacer un recorrido rápido por los despachos de los colegas con charlas amistosas, realizar estiramientos, comer una ensalada saludable, o caminar alrededor de la manzana. No importa lo que uno decida hacer, pero es crucial ser específico acerca del tiempo y de la actividad que se va a realizar y hacerla de forma constante. La idea es volver a conectar con un propósito y recuperar las reservas de energía.

Trabajar con un coach ejecutivo es una buena manera de volver a evaluar tu rendimiento en el bienestar físico, mental, emocional y espiritual.

Stresstop© es el programa de TISOC para gestionar la energía de los ejecutivos y la empresa a través del coaching. Pide más información desde aquí.

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