Angélica Camelo Daza
‘
Retos del directivo de hoy
Angélica Camelo
autores@tisoc.com
He aquí algunas reflexiones acerca del papel y la función del Directivo de inicios del siglo XXI. Luego de su presentación se formulan algunas preguntas relacionadas con la tarea y el rol de dirección.
– Ser directivo no es un punto de llegada, es un punto de partida
– Una empresa no solo es creada para producir dinero, sino también para construir sociedad
– Ser directivo da la responsabilidad de considerar razones no desde la individualidad, sino desde lo colectivo.
– Un directivo debe generar compromisos en la acción más que en la razón.
– Aunque no se quiera, cuando se toma asiento en la silla directiva se está transformando la sociedad, construyéndola o destruyéndola.
– Las directivas deben tener claro qué es lo que no se negocia, qué no se vende en lo ético, político y económico.
– Quien dirige empresa dirige sociedad.
– El aprendizaje que se transmite como directivo puede ser positivo o negativo. El positivo engrandece a las personas, el negativo daña su autoestima, enseña que no se debe soñar, las deprime, las opaca, las coarta, las frena.
– Si la gestión del directivo genera aprendizaje negativo, se está empequeñeciendo su empresa y la sociedad, aunque tenga los bolsillos llenos de plata.
– Ser directivo cuesta. Se requiere talante para mantener una posición.
– El directivo mide consecuencias de sus actos a largo plazo.
– Los gestores del cambio de la sociedad somos los seres humanos.
– Un directivo tienen que dar cuentas a sí mismo y a la sociedad.
– El calificativo de ser bueno o malo no debe establecerse en comparación con alguien. Se es o no se es.
– Si un directivo quiere cambiar la sociedad tiene todo para hacerlo.
– Lo más importante para un directivo no es en donde está, sino a dónde quiere llegar.
– Los directivos no trabajan para sí, tienen que comprender que dirigen sociedad.
– No se puede desarrollar la sociedad si no se desarrollan personas.
– Los negocios se administran, las personas se dirigen.
– Una persona es un ser que por naturaleza se proyecta en el futuro y tienen en cuenta su pasado.
– Todos los seres humanos anhelamos un futuro y deseamos construirlo.
– El ser humano es libre de creer o no creer en sus directivos. El creer o no, no es una imposición.
– El ser humano cada vez que actúa, se hace.
– El ser directivo no es un simple premio, es una responsabilidad.
– Tener un cargo directivo no es igual a saber cómo ser líder.
– Liderazgo es influir positivamente en las personas en pro de un objetivo colectivo.
– Un líder llena de contenido lo que la sociedad está esperando, no sólo de forma, ni sólo de dinero.
– Un líder ayuda a construir a otros, se preocupa por el desarrollo de otros.
– Si se quiere tener en el futuro empleados con inteligencia emocional, ¿de dónde se van a sacar, si hoy no tenemos tiempo de calidad en la familia, en donde hoy estos seres humanos se están desarrollando?
– El minimizar el concepto de maternidad y paternidad al no otorgar el tiempo y la calidad del mismo a la familia, afectará profundamente a la futura sociedad.
– Si usted está devolviendo a la sociedad una peor persona, replantee su dirección. Posiblemente sabe generar dinero, pero no sociedad.
– La ética es como un manual de instrucciones: si se sigue al pie de la letra, hará que el ser humano llegué a ser todo para lo cual fue hecho, permitirá conocer el funcionamiento correcto y se obtendrán los mejores resultados. Si se quiere obviar, se coartará su funcionamiento y se averiará.
– La sociedad no sufre de carencia de principios, sufre de la carencia de su valoración.
– Los principios y valores se ven reflejados en las decisiones.
– Los directivos tienen la responsabilidad de ejemplificar los principios y valores.
– Un directivo debe ser un referente de la sociedad.
– El directivo debe tener presente que el problema de la sociedad es también su problema, por lo tanto, sus decisiones no sólo se deben considerar con impacto para sí, sino para una sociedad y en un largo plazo.
– Escoger ser directivo hoy es construir la sociedad del mañana y esto significa renuncias.
– Si los directivos no pueden ser mejores, no se debe esperar que los demás lo sean.
– Ser responsable es asumir las consecuencias de las acciones y de las omisiones.
– Ser víctima es culpar a los demás y al entorno de todo lo que no se puede hacer.
– Un directivo tiene que darlo todo.
– La silla directiva es un bien colectivo.
– El valor de la justicia se construye.
– El directivo dignifica o empobrece la vida de sus subalternos.
– El directivo con firmeza no debe permitir la depravación de valores de la sociedad en donde vive y vivirá.
– El directivo tiene el compromiso de hacer una sociedad distinta.
Preguntas para reflexionar:
1. ¿Nuestra consciencia quedará tranquila por los resultados obtenidos durante la gestión directiva?
2. ¿Usted quiere ser directivo?
3. ¿Para qué quiere ser directivo? ¿Para dirigir? ¿Para hacer dinero? ¿Para generar valor económico? ¿para construir sociedad?
4. Revise el fruto de sus acciones y evalúe: ¿qué sociedad está construyendo?
5. Si hace una encuesta a sus subalternos, ¿considera que usted ha contribuido a construir una mejor o peor persona?
6. ¿Usted cómo impacta a los demás como directivo?
7. ¿Cómo desarrolla usted el potencial de la gente que lo ve o que usted dirige? ¿Coarta su desarrollo o lo incentiva?
8. ¿Es usted el directivo que merecen las personas a las que usted dirige y que merece la sociedad?
9. ¿Por qué los demás merecen ser dirigidos por usted?
10. ¿Su comportamiento como directivo tienen impacto positivo o negativo sobre los demás?
11. ¿Ha hecho de sus subalternos mejores o perores personas?
12. ¿Cómo cree usted que será el perfil de los empleados en el futuro? ¿Se está preparando para recibirlos?
13. Usted, como directivo, ¿de quién es referente?
(La autora es administradora de empresas, de nacionalidad colombiana).
‘