Por Aideé Díaz, Master Business Coach TISOC
‘
¿Cuántas veces te has cerrado a aprender cosas nuevas porque te consideras experto en tu trabajo?
¿Es verdad que ya no tienes nada que aprender?
Te invito a seguir leyendo para que descubras lo que puedes hacer para empezar tu constante aprendizaje.
Uno de mis mentores virtuales –Jurgen Klaric- menciona en uno de sus videos de neuro-oratoria, cuando el instructor no da ¨Cosas útiles¨ el 50 o el 70% de lo aprendido en un taller , clase o curso se PIERDE, en los próximos 3 días. Y se perderá porque la persona no está recibiendo algo útil.
¿Cuál fue tu último curso o taller que tomaste? ¿Qué acción nueva creaste con ese conocimiento? O simplemente ¿lo perdiste?
En un taller de formación de instructores tuve la oportunidad de ¨refrescar el conocimiento¨ de un equipo de 7 personas , al sumar sus años de trabajo tenía casi 100 años de experiencia acumulada, con todo lo que eso puede significar en pensamientos, ideas, costumbres y hábitos de trabajo. Esta experiencia me permitió darme cuenta de las principales barreras que nos llevan a detener nuestro actitud de aprendizaje constante.
Ahora, las comparto contigo.
UNO. La creencia ¨cada quién tiene su propio estilo”
¿Cuántas veces te conformas con tu estilo de enseñar, aprender, liderar, trabajar?
Todos tenemos áreas de mejora, ¿cuales son las tuyas?
La mejora continúa es un estilo de vida, constantemente podemos hacer y ser una mejor versión de nosotros mismos. ¿Tienes problema con este aspecto? ¿cuál es tu estilo? ¿cuándo lo vas a actualizar?
DOS. La actitud incorrecta detiene el aprendizaje.
La actitud lo es TODO. Cuando se trata de aprender es todavía más importante. ¿Qué tipo de actitud tienes cuando asistes a un taller? ¿Qué tan frecuentemente apagas tu modo automático para darle paso a lo nuevo?
Es increíble como pensamos que lo sabemos todo y rechazamos nuevas ideas, maneras de hacer las cosas o estilos de pensamiento diferente.
El aprendizaje más poderoso llega cuando abrimos espacio a lo nuevo, lo experimentamos en nuestra vida y lo acumulamos como sabiduría . Es entonces que cambiamos.
TRES. Querer copiar el estilo de otra persona.
Nada más frustrante que no saber que queremos. Como facilitadores de aprendizaje el grupo me enseño que es maravilloso fusionar las diferencias para crear valor con el cliente.
Lo triste es cuando queremos parecernos a alguien, por temor al rechazo o a perder el trabajo.
Si aún no tienes un estilo definido, experimenta y adapta. Imprime tu propio sello a lo que hagas y practica. El tiempo definirá tu estilo siempre y cuando lo vayas puliendo.
Esto aplica para enseñar, liderar o fomentar la creatividad con el equipo a tu cargo.
CUATRO. Cerrar la mente y el corazón al aprendizaje
Cuando cerramos la mente, sumamos los tres puntos anteriores y cerramos el corazón. Es cuando haces tus actividades de manera automática, sin pasión, sin brillo.
¿Qué puedes hacer para abrir tu mente al aprendizaje? Vuelve a asombrarte de todo lo que te rodea, crea redes neuronales nuevas con ejercicios, temas, caras nuevas y lo más importante disfruta hacer y ser nuevo cada día en tu trabajo o actividad.
¿Qué harás para aplicar lo que aprendas en menos de tres días en tu trabajo o vida?
Por Aideé Díaz – Master Business Coach TISOC
‘