Dr. Ariel Orama López
¿Oportunidad o frustración?
Dr. Ariel Orama López
Usted se encuentra frente a su escritorio con la mente en blanco. Su rostro fruncido y su semblante apagado denotan que ya lo ha intentado todo. Muchos ya encontraron la luz y la salida al final del laberinto: usted aún no lo ha logrado. Está a punto de sucumbir ante un océano bravío de incertidumbre e impotencia. Aunque existan varias alternativas que divagan en su mente, algo le detiene. Es evidente: acaba de ser atrapado por las garras de la frustración.
Primeramente, la frustración se caracteriza por »un sentimiento desagradable que es producido cuando las expectativas de un individuo no son satisfechas al no conseguir lo pretendido o deseado». El caso de un estudiante de la escuela elemental que no logra aprender las tablas de multiplicar pese a sus múltiples intentos, o el de un escritor que no es capaz de finalizar su libro por encargo en la fecha límite, constituyen algunos ejemplos de este estado de aparente nulidad que provoca en los humanos sentimientos encontrados, entre estos se encuentran el enfado, la ansiedad, la tristeza y el temor.
Resulta importante señalar que la intensidad – es decir, la fuerza y la magnitud con que se manifiesten dichos síntomas asociados – y el nivel de tolerancia de la frustración -referente a la capacidad o incapacidad para manejar situaciones que provoquen este estado- son fundamentales para distinguir entre una frustración transitoria e inocua o una situación de frustración de carácter patológico.
Existe una gran variedad de fuentes o causantes de la frustración, particularmente de tipo externo o interno. Las fuentes externas de la frustración corresponden a situaciones sociales o ambientales, tales como rechazar un nuevo empleo ante una enfermedad imprevista en la pareja, la notificación de rechazo a una propuesta que conllevó varios meses de trabajo arduo, entre otras. En este tipo de frustración, el control se encuentra fuera del individuo y está vinculado a factores imprevistos o no manejables.
Por otra parte, las fuentes internas de la frustración se identifican como causantes que existen dentro del individuo y están relacionadas al conglomerado de cualidades y competencias que le caracterizan como ser humano, tales como sus valores, creencias, conocimiento, nivel de introspección, entre otras. Se destacan cuatro subtipos de frustración, a saber:
A. La frustración por barrera: se refiere a la existencia de cierto obstáculo que nos dificulta lograr un objetivo ya definido (por ejemplo: el estudiante que decidió solicitar únicamente a la escuela de medicina de mayor prestigio en la ciudad, pero obtuvo una puntuación baja en el examen de admisión y no podrá ser considerado).
B. La frustración por incompatibilidad de dos objetivos positivos: corresponde a dos objetivos que son valorados por el individuo, pero que a su vez, resultan incompatibles entre sí (por ejemplo: el directivo que fue aceptado dentro una empresa respetada del extranjero y, simultáneamente, recibió la subvención requerida para implementar un proyecto independiente en su tierra natal).
C. La frustración por conflicto evitación-evitación: ocurre cuando el individuo debe evitar dos situaciones particulares (por ejemplo: el abogado recién graduado que no se siente satisfecho con lo que estudió, pero deberá ejercer su profesión para poder sufragar los préstamos estudiantiles).
D. La frustración por conflicto aproximación-evitación: está relacionado a una situación que provocará tanto consecuencias positivas como negativas, de forma equitativa (por ejemplo: la elección de continuar viviendo en la casa alquilada que está cercana a la oficina y que fue obtenida por un buen precio, o el ofrecimiento para comprar una casa a bajo costo y con gran potencial, que se encuentra muy lejos del lugar de trabajo).
Tomando en cuenta todos estos factores y aplicándolos al contexto laboral, hay una pregunta relevante que debemos considerar: ¿de qué manera repercutirá un empleado »frustrado» en su trabajo? La respuesta es evidente: si un empleado manifiesta alguna situación de tipo frustrante, la empresa que representa también sufrirá los estragos de la frustración. El comportamiento asociado con la frustración por parte de uno o más empleados puede traer consigo actitudes negativas de los directivos, el despido desmedido de empleados, diferentes tipos de sanciones, entre otras consecuencias graves. Todo ello ocurre ante la evitación (p. ej.: ausencias frecuentes), desplazamiento (p. ej.: asumir una actitud ofensiva hacia el jefe) o la actitud pasivo-agresiva (p. ej.: estar de brazos cruzados y no realizar el trabajo que le corresponde), de forma consciente o inconsciente y por parte del empleado que enfrenta la situación de tipo frustrante.
Por estas y otras razones, les ofrezco una serie de recomendaciones simples y de gran valor para sobrellevar la frustración:
1. Reconozca y normalice la experiencia asociada a la frustración: sea capaz de asimilar que está experimentando una situación de tipo frustrante y acepte que es transitoria. Dígase lo siguiente: »Es normal que yo esté pasando por esta situación. Otras personas han pasado por la misma situación y han salido airosos». Todo estado es transitorio, así que esta situación pasará.
2. Identifique la »causa matriz» de su frustración: para encontrar la raíz de su situación actual, responda: ¿cuál es la verdadera causa que provoca que usted se sienta frustrado en estos momentos de su vida?, ¿qué subyace o se esconde detrás de esta sensación de impotencia?, ¿qué técnica funcionó en ocasiones anteriores, que puede apoyarlo en su estado actual de frustración?
3. Comparta con algún compañero de trabajo de su confianza o amigo sobre aquello que le molesta, perturba o detiene: co-cree un espacio abierto al diálogo y solicítele una opinión a su interlocutor desde su posición como »observador a distancia»: ¿cómo ve su interlocutor su situación actual desde afuera?, ¿qué factores puede observar desde su posición de »observador» que usted no ha sido capaz de tomar en cuenta por estar inmerso en la situación?, ¿qué es lo peor que puede pasar si usted toma esta decisión versus la otra?, ¿qué no ha intentado aún?
4. Colóquese el sombrero de mago o consultor creativo: si usted fuera un mago y tuviera que »crear de la nada» cincuenta formas creativas de obtener aquello que desea y no ha sido posible, o cincuenta salidas para »escapar» de cierta situación de tipo frustrante: ¿cómo lo haría?, ¿qué haría?
5. Establezca metas y objetivos específicos a partir de la realidad: muchas veces la frustración está asociada a expectativas muy altas, estructuras rígidas o incluso al perfeccionismo.
6. Actúe »como si» o »as if»: tome doce horas de su vida para actuar como si no existiera dicha frustración. Analice: ¿cómo sería su vida si se desconectara totalmente de dicha frustración?
7. Respire y contacte con la Tierra: usted es un ser viviente. El mundo continuará girando con sus miles de opciones para triunfar, no importa en el momento de vida en que usted se encuentre. Camine y haga ejercicio: respire profundamente y conéctese con su paz interior.
8. El entorno perfecto para la frustración: ¿qué elementos u objetos de su oficina exacerban su experiencia de frustración? ¡Elimínelos de su vista! ¿Acaso comparte sus momentos de frustración con un grupo de individuos cuya vida es gobernada bajo el paradigma de la victimización o el catastrofismo, o con personas centradas y encaminadas hacia el éxito? ¿Qué aliados lo apoyarán para poder crear un plan de contingencia para sobrevivir ante los estragos de la frustración? ¿Qué debería aprender de la persona que más admira para poder sobrellevar esta experiencia? ¿Cómo su mentor o jefe resolverían los conflictos vinculados a esta frustración?
9. Un día a la vez: cultive el desapego como estilo de vida y el arte de cultivar la paciencia y »el aquí y ahora»; esto le permitirá observar sus situaciones con ojos nuevos y trascender su visión actual.
10 . Cree un plan de acción. Una vez haya: 1) determinado el origen de su frustración, 2) analizado su estado actual desde múltiples perspectivas, 3) establecido objetivos realistas y específicos, 4) aprendido a desconectarse de dicha situación y 5) mejorado su entorno hacia uno más positivo, 6) cree un plan de acción basado en pasos diarios que le permitan enfrentar la frustración.
Si nota que la situación que le provoca la frustración se ha intensificado por medio de emociones específicas (tristeza, ansiedad, euforia) o han aparecido »emociones destructivas» (p. ej.: odio intenso hacia lo que hace, coraje incontrolable con su jefe), busque ayuda de un profesional de la conducta humana, un »coach» certificado o un allegado que le apoye en el proceso de determinar qué recursos profesionales o tipo de ayuda resultarán indispensables en este momento de su vida.
En el contexto empresarial, implemente programas de »coaching» para potenciar el capital humano, además de los programas de capacitación ya existentes. Mediante la relación profesional continua que otorga el proceso de »coaching», sus empleados no sólo serán capaces de reconocer sus metas y objetivos principales, sino que también aprenderán los mecanismos para ejecutarlos de una forma adecuada y valerse por sí mismos. Por estas y otras razones, resulta indispensable: 1) explorar cuán realistas y tangibles son sus deseos; 2) prever cómo reaccionará si se cumplen o no dichas expectativas; 3) reconocer su nivel de tolerancia a la frustración; 4) desarrollar la motivación intrínseca requerida para encaminarse a sus deseos y metas; 5) nutrirse de herramientas personales y profesionales para sobrellevar ésta y cualquier otra situación y, finalmente, 6) ser capaz de diseñar un plan de acción con versiones A, B y C para los distintos escenarios que le presente la vida.
No lo olvide: la varita mágica no existe. Enfrentar la frustración requiere de un proceso de crecimiento personal/profesional continuo y de asumir responsabilidad a nivel individual y colectivo. Sea capaz de tomar el timón de su vida -independientemente de los vaivenes – y muestre apertura para recibir apoyo por parte de sus compañeros de la tripulación denominada »vida».
Hasta Thomas Edison tuvo que realizar miles de ensayos para perfeccionar uno de los inventos más importantes que hoy conservamos: la bombilla. Conviértase en la luz y la perseverancia de Edison: usted será capaz de hallar la salida, sin importar los intentos. Finalmente, ¿qué hará usted, hoy, para transmutar sus estados de frustración en un mar de oportunidades?
(El autor es psicólogo clínico, Coach Creativo Certificado, Coach Ejecutivo/Corporativo y Facilitador Autorizado de CoachVille Spain/The Internacional School of Coaching. Es profesor del departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Ponce.).