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Por Pedro Palao Pons

Mariano Rajoy (PP), presidente del gobierno, ha estado en el debate contra Alfredo Pérez Rubalcaba monótono, habló para los suyos pero fue coherente.

Mariano Rajoy (Wikipedia) ha sustituido expresiones como “Brotes verdes” por hablar de “Resultados tangibles”, “Ganar en credibilidad internacional” o “Despejar la senda del futuro”.

En general mantiene una monotonía gestual que queda incentivada más todavía al ser un discurso leído.

Análisis del discurso verbal de Mariano Rajoy

En positivo

  • Credibilidad. Comienza y termina mencionando la situación negativa del paro y la situación social. “Nunca tantos jóvenes han marchado del país”,  “Nunca tantas personas han tenido que acudir a la ayuda de los comedores sociales”
  • Coherencia: Efectúa un repaso del pasado sin profundizar en lo más negativo, sin incidir excesivamente en la herencia.
  • Contención: No cae en el error de la autocomplacencia ni en el de los anuncios positivos.
  • Moderación:  Ha sustituido expresiones como “Brotes verdes” por hablar de “Resultados tangibles”, “Ganar en credibilidad internacional” o “Despejar la senda del futuro” o “España ya tiene la cabeza fuera del agua”. Actúa como líder seguro de lo que dice, sin improvisar ni dar falsas esperanzas.
  • Pese a la lectura, el tono de voz es determinante, firme, sin titubeos, con una cierta velocidad lo que salva en parte la monotonía. Salvo en algún momento puntual como al final cuando ha dicho:  “Los españoles hemos demostrado que aceptamos que se nos ayude pero no que se nos dirija” o “Hoy tenemos un futuro y hace un año no lo teníamos”.

En negativo

  • Monotonía en el tono de expresión de su voz con relación a los contenidos, es la misma tanto si habla de asuntos positivos como si son negativos. comenta con la misma pasión y energía las buenas y las malas noticias.
  • No se aparta ni un momento de la lectura, no hay frescura, ni cercanía lo que le empequeñece como líder, dado que no demuestra una activa y rápida capacidad de reacción o adaptación.

Análisis del discurso gestual y postural de Mariano Rajoy

  • Carencia de atractivo: En general mantiene una monotonía gestual que queda incentivada más todavía al ser un discurso leído.
  • Ausencia de empatía: Comete el error de no hablar “figurativamente para todos” sino para los de su grupo, ya que en más del 80% del tiempo, cuando levanta la cabeza y mira a los escaños, lo hace hacia su grupo. Incluso cuando lo hace para “semiexcusarse” al decir que “se ha visto obligado a no cumplir las promesas electorales porque ha puesto por delante de ellas sus obligaciones como Presidente”.
  • Concentración puntual: Destaca un gesto ambas manos, juntando puntualmente las yemas de los dedos de ambas manos.

Ver también: Análisis del discurso gestual y verbal de Alfredo Pérez Rubalcaba

El autor es Presidente de TISOC y Master Coach Experto en Comunicación.

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